Pues esta mañana conduciendo hacia el curro y escuchando a Los Suaves me he sorprendido debatiendo conmigo mismo sobre el sentido de la vida, casi nada…
El caso es que he llegado a una conclusión que me deja una sensación rara en el cuerpo.
Yo, como hombre carente de fe religiosa, pienso que cuando me muera no habrá nada y por tanto simplemente dejaré de respirar, mis órganos pararán, y me enfriaré, sin más. Y entonces, ¿para qué todo esto?
Veámoslo de manera global, como desde fuera.
Resulta que un día te engendran y al cabo de unos meses naces, vives unos años, meses o días en el peor de los casos, y te mueres. Mientras, has pasado épocas buenas y malas pero ¿para qué?
Si, por ejemplo, los cristianos tuvieran razón al menos después de todo habría un premio o un castigo, un motivo para hacer o no hacer las cosas. Pero si luego no hay nada ¿para qué nos preocupamos por lo que hacemos ahora?
El caso es que dado el hecho de que nos preocupamos a pesar de no creer que haya nada después, tiene que haber algo después, pura lógica; y así he llegado a la conclusión de que lo que queda después es la gente que conocemos y lo nuestro que queda en ellos, nuestra obra si queremos ponernos cursis.
Si eres artista pueden ser tus esculturas, cuadros, canciones, películas, etc. que después de que te hayas ido seguirán ahí. Si tienes familia quedarán tus nietos, tus hijos. Y aunque no tengas nada de eso, como poco, le quedará tu recuerdo a alguien, bueno o malo.
Quizá no parece mucho pero es lo que hay, por tanto la vida va de compartir, compartir lo que haces (aunque sea el curro en tu empresa) con los demás, antes o después lo que dejes también acabará, morirá o se olvidará. Así que igual que nuestra vida es efímera, nuestro recuerdo también lo es. Solo somos pequeños tramos de vía que permiten avanzar al tren que es el mundo, somos la rueda de ese hámster que gira y no va a ninguna parte (nauseas cada vez que leo esto tan moñas…).
¿Mi conclusión? Que hay que tomárselo todo con calma, lo bueno y lo malo, y que nada merece demasiado la pena porque todo pasa...
Carpe diem que tempus fugit.
Hace 4 años